¡SE LO LLEVARON! Robo del polémico “Chinelo” en Xochimilco fue una estrategia política para golpear a Circe Camacho

Xochimilco, CDMX — ¡Escándalo en Xochimilco! La famosa y polémica estatua del “Chinelo con alitas”, colocada en el embarcadero Fernando Celada y que costó más de 9.5 millones de pesos durante la administración del exalcalde José Carlos Acosta, ¡desapareció misteriosamente durante la madrugada!

Pero lo que parecía un simple acto vandálico, podría ser en realidad una estrategia política perfectamente planeada. Y es que fuentes anónimas aseguran que las mismas personas que ayer tomaron simbólicamente la alcaldía —supuestamente en protesta—, fueron vistas merodeando el Chinelo horas antes de que fuera arrancado de su base.

¿Casualidad? ¡Nadie lo cree! Todo apunta a que la protesta en el edificio de gobierno fue solo una cortina de humo para distraer a las autoridades y ejecutar con calma el retiro —o robo— del monumento, con el único fin de generar polémica y atacar a la actual alcaldesa, Circe Camacho, quien ha sido objeto de ataques constantes por parte del grupo político de Acosta.

Los hechos no dejan lugar a dudas: el Chinelo fue retirado con herramientas pesadas, dejando restos de acero, cables rotos y daños estructurales. No fue un acto menor ni improvisado. ¡Fue planeado! Y, según testigos, los responsables son operadores políticos ligados directamente al exalcalde morenista José Carlos Acosta, el mismo que impuso esa estatua como “símbolo” de su gestión, en plena pandemia, mientras el pueblo sufría carencias.

Vecinos indignados comentan: “Eso ya estaba pactado, mientras unos hacían show en la alcaldía, otros se lo llevaban. Son los mismos de siempre, los vimos aquí en la noche. ¡Quieren hacer quedar mal a Circe pero no lo van a lograr!”

La estatua, desde su instalación, fue criticada por ser un derroche insultante, por la tala de un árbol centenario, y por no representar ni la identidad ni las necesidades reales de Xochimilco. Hoy, su desaparición no causa tristeza, pero sí alarma, por la forma en que fue usada como ficha de un juego sucio.

Circe Camacho ha mantenido una postura de respeto, pero firmeza, en medio de los ataques de la vieja clase política local. Su administración ha apostado por la rendición de cuentas, la austeridad y el trabajo territorial, lo que evidentemente ha incomodado a quienes antes se beneficiaban del poder.

La pregunta es: ¿hasta dónde están dispuestos a llegar los que perdieron el control del gobierno?

Porque si ya se llevaron el Chinelo, ¿qué sigue?