La Administración de Acosta Ruiz en Xochimilco Envuelta en un Fraude Millonario con el Programa "Colibrí Viajero"

La administración de José Carlos Acosta Ruiz en Xochimilco está nuevamente en el ojo del huracán debido a un fraude millonario en el programa social "Colibrí Viajero". El escándalo destapó una serie de sobreprecios escandalosos en las entradas a museos y centros recreativos, donde la alcaldía pagó hasta ocho veces más de lo que realmente costaban las entradas

3/5/20252 min read

La administración de José Carlos Acosta Ruiz, exalcalde de Xochimilco, está nuevamente bajo el reflector de la corrupción. El reciente escándalo protagonizado por el programa social "Colibrí Viajero" ha desvelado un fraude millonario que, lejos de beneficiar a la comunidad como se prometió, terminó siendo un lucrativo negocio para empresarios cercanos al gobierno. A través de este programa, destinado a acercar actividades culturales y recreativas a las poblaciones más vulnerables, los fondos públicos fueron desviados de manera descarada, beneficiando a empresas con contratos inflados y precios escandalosamente altos.

En abril de 2024, la alcaldía firmó un contrato con la empresa Almanaz Asesoría S.A. de C.V. por un total de 876,778 pesos, para cubrir entradas a museos y centros recreativos. Sin embargo, lo que parecía un esfuerzo loable de apoyo social pronto se convirtió en un descarado abuso de poder. Los precios de las entradas fueron inflados a niveles irracionales, con algunos lugares cobrando hasta ocho veces más de lo que realmente costaban. Entre los ejemplos más escandalosos, se encuentran:

  • Acuario Michín: La alcaldía pagó 1,028 pesos por entrada, cuando su precio real es de 359 pesos.

  • Museo de Arte Popular: Facturaron 493 pesos por cada boleto, aunque el costo real es solo 60 pesos.

  • Kidzania Cuicuilco: La alcaldía desembolsó 1,235 pesos por acceso, cuando la entrada vale solo 410 pesos.

  • Museo del Castillo de Chapultepec: Se pagaron 702 pesos por boleto, mientras que su costo real es de 100 pesos.

Este escandaloso sobreprecio no solo demuestra la irresponsabilidad en el manejo de los recursos públicos, sino también el posible enriquecimiento ilícito de las empresas involucradas. La falta de transparencia en la licitación del contrato y la evidente falta de supervisión han dejado a los ciudadanos de Xochimilco con una sensación de impotencia, ya que los recursos destinados a ayudar a las personas más necesitadas fueron utilizados para engrosar los bolsillos de unos pocos.

A esto se suman gastos adicionales que tampoco fueron justificados. Por ejemplo, la alcaldía pagó 75,584 pesos por el servicio de transporte, el cual no estaba contemplado dentro del precio de las entradas a los museos. Esta acumulación de irregularidades deja claro que el programa "Colibrí Viajero" fue una fachada para beneficiar a los amigos y aliados políticos de Acosta Ruiz.

Este no es el primer escándalo de corrupción que sacude a la administración de Acosta Ruiz, pero sí es el más reciente y posiblemente el más grave, dada la magnitud del fraude y la cantidad de recursos desviados. Las auditorías de la actual alcaldesa, Circe Camacho Bastida, han comenzado a destapar una serie de irregularidades y, aunque las denuncias sobre corrupción continúan creciendo, los responsables siguen sin enfrentar consecuencias legales.

El legado de Acosta Ruiz está marcado por la corrupción, el desvío de recursos públicos y la impunidad. Mientras los habitantes de Xochimilco siguen sufriendo las consecuencias de su pésima gestión, los responsables de este fraude millonario se mantienen en libertad, disfrutando de lo que robaron a la comunidad. Es urgente que los culpables de este escándalo enfrenten la justicia. Xochimilco no puede seguir siendo una víctima de la corrupción.