La 4T al Desnudo: Narco, Nepotismo y la Gran Simulación del Régimen

2/26/20252 min read

La farsa de la Cuarta Transformación ha quedado expuesta una vez más. Con el pretexto de una reforma contra el nepotismo, el oficialismo ha aprobado una prórroga hasta 2030 que en realidad protege a los clanes políticos más poderosos del país: los Monreal, los Salgado y los Gallardo, quienes han convertido la política en una herencia familiar. Lo que pudo ser un golpe a los privilegios resultó en una burla descarada al pueblo, una jugada sucia para mantener intactos sus feudos políticos.

El pacto en la sombra: Adán Augusto y Manuel Velasco

Detrás de esta traición está la mano de Adán Augusto López y Manuel Velasco, dos de los operadores más oscuros de la 4T, quienes negociaron este acuerdo para blindar el control del Partido Verde en San Luis Potosí y asegurar su permanencia en la maquinaria de poder de Morena. No es casualidad que los beneficiarios sean precisamente Ricardo Gallardo y su clan, aliados incondicionales del lopezobradorismo y pieza clave en los enjuagues del PVEM.

El Partido Verde, el camaleón del poder, que ha sido comparsa de cualquier gobierno en turno, sigue recibiendo concesiones como premio a su lealtad. No importa que sus líderes tengan señalamientos por corrupción, desvío de recursos y abuso de poder; en la 4T, los favores se pagan con impunidad y perpetuidad en el poder.

De la ‘honestidad valiente’ a la complicidad con el crimen

Pero la podredumbre no termina ahí. Mientras se extiende la alfombra roja para el nepotismo y la corrupción, los nexos de la 4T con el crimen organizado son cada vez más evidentes. El abogado del Mayo Zambada, uno de los hombres clave en la defensa del Cártel de Sinaloa, no solo se pasea libremente, sino que su socio ha sido fotografiado con prácticamente todos los cuadros importantes de la 4T, incluida la presidenta Claudia Sheinbaum.

Este no es un hecho aislado. Desde el gobierno de AMLO, los pactos con el narco han sido cada vez más descarados: abrazos, liberaciones, cárteles que operan con total impunidad y ahora, conexiones directas entre defensores del crimen organizado y la cúpula del poder en México.

La 4T: La gran simulación

¿Qué queda de la supuesta transformación? Un régimen que sigue protegiendo a los mismos caciques de siempre, a los mismos apellidos de siempre y con los mismos pactos oscuros de siempre. Mientras el pueblo se ahoga en la violencia y la miseria, el oficialismo se reparte el país como botín de guerra, asegurándose de que sus hijos, hermanos y aliados nunca pierdan el control.

La 4T no es más que una gran simulación. Un engaño monumental que, con el disfraz de la “austeridad republicana” y la “justicia social”, ha terminado entregando el país al crimen, al nepotismo y a la corrupción más descarada.