Delia Enríquez rompe tabúes y alza la voz por las mujeres privadas de la libertad en Durango
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5/9/20252 min read


Durango, Dgo.— En un contexto donde aún persisten enormes brechas en el reconocimiento de los derechos de las mujeres, la diputada local Delia Enríquez se consolida como una voz decidida a enfrentar los temas difíciles desde el Congreso de Durango. Esta vez, con una iniciativa que busca garantizar el acceso a una menstruación digna para las mujeres privadas de la libertad, Enríquez da un paso firme en la construcción de una agenda legislativa más humana, incluyente y justa.
La legisladora destacó que Durango ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en la tasa de mujeres en reclusión, de acuerdo con el Censo Nacional del Sistema Penitenciario del INEGI. En total, 252 mujeres se encuentran privadas de su libertad en el estado, muchas de ellas en condiciones de vulnerabilidad extrema.
“Estas mujeres enfrentan abandono familiar, carencias económicas y una total ausencia de redes de apoyo. En ese contexto, resulta inaceptable que deban recurrir a trapos, calcetines o papel para atender un proceso natural como la menstruación. Eso no es solo una falta de higiene: es una violación directa a su dignidad”, señaló con firmeza.
La diputada explicó que la propuesta presentada busca otorgar al Sistema Estatal de Salud las facultades para implementar un programa especial de atención a la gestión menstrual en los centros penitenciarios. Esto incluiría la distribución gratuita de productos de higiene femenina y la organización de campañas de donación para reforzar su disponibilidad.
“No hablamos solo de salud pública; hablamos de derechos humanos. Hablar de menstruación en el Congreso no debería ser un acto de valentía, pero lo es, porque sigue siendo un tema estigmatizado, ignorado, incluso ridiculizado. Y esa es precisamente la razón por la que lo traemos a esta tribuna: porque lo que no se nombra, no existe”, puntualizó Enríquez.
Con esta iniciativa, la diputada no solo visibiliza una problemática urgente, sino que también deja claro que su compromiso con la equidad de género va más allá del discurso. Enríquez se ha posicionado como una de las legisladoras más activas en temas sociales, y en particular, en aquellos que colocan a las mujeres en el centro de la agenda pública.
“El Estado tiene la obligación de garantizar la dignidad de todas las personas. Si queremos un Durango verdaderamente justo, debemos empezar por reconocer a quienes históricamente han sido olvidadas. Esta es una causa profundamente humana. Hagamos lo correcto, por ellas, por todas”, concluyó.